Y otro viajecito de un día disfrutado al máximo gracias a “Viajar desde Almería” a Piñar.
Píñar es un peblecito situado en la parte centro-sur, en la provincia de Granada.
Nuestro viaje tenía como incluido, ruta en un trenecito, visita a las cuevas de las ventanas, comida alpujarreña en el Restaurante Granja Escuela El castillo y exhibición de aves, además de muchas sorpresas durante la ruta.
Subimos al tren, que nos llevó directos a la cueva de las ventanas.
La Cueva de las Ventanas está a una altura de 1000 metros sobre el nivel del mar y en su interior encontramos una temperatura de 13 grados.
Dentro de la cueva encontramos recreaciones de lo que en su día, fue su zona de cobijo o su hogar. Hay representaciones de hilares, piezas de barro, piedra etc
Imágenes impresionantes que deleitan nuestra vista.
Esta cueva tiene su propio auditorio.
Es difícil no quedarse boquiabierto con tantas maravillas de la naturaleza.
Una de las partes más bonitas de la cueva.
Volvimos a coger el trenecito para llevarnos directamente al restaurante asador El castillo, donde en su interior encontramos el refugio y protectora de animales.
Buho
Este pobre cabrita, tiene una triste historia, su hermana y ella, perdieron a su madre en el parto y se están criando con una cabra que tuvo un aborto y esta debilitada.
Podemos encontrar aves rapaces como este aguila.
El Castillo de Píñar es una estructura defensiva árabe de 250 metros de perímetro. Esta fortificación hacía de primera línea fronteriza.
Desde la lejanía, se ve la figura esbelta de un gran castillo en la cima, protegiendo el pueblo.
En el amplio jardin de la granja escuela, encontramos esta maravilla de la madre naturaleza.
El pavo real, me tenia maravillada, pero no abria su majestuosa cola, conque me fui a comer sin poder verla.
Las rosas son mi debilidad, y por el camino me encontraba rosas de todo tipo y colores.
El almuerzo, fue el típico alpujarreño, de primero fue un salmorejo riquísimo, ensaladas y morcillas y chorizos a la brasa.
Lomo a la brasa y patatas a lo pobre.
La imbibición de aves rapaces, corrió a cargo de un monitor, que fue relatando cosas curiosas de estas majestuosas aves que surcan nuestros cielos.
Y aquí una, intentando echarse una fotico en condiciones con el búho…
Después de comer, nos dimos una vuelta por la reserva de animales y me encontré con el pavo real enseñando su maravillosa cola con garbo y poderio.
Y fin del viaje e intentando volver a viajar con este maravilloso y familiar grupo.
Por cierto no falto la palomica, la empanada con vino y los sorteos y bailes.
Viajar con el grupo “Viajar desde Almería” ha sido muy placentero y divertido, nos hemos sentido en familia y hemos disfrutado mucho.
Conque ya está en marcha el siguiente viajecito…
¿Conocíais Piñar?